Psicopompo – Ascensión de almas
$30.000
Muerte y Más Allá, el practicante chamánico sabe que la muerte no es el final, solo es una experiencia maravillosa de transformación y de ida a otro lugar. Hay quienes afirman que el ‘viaje’ chamánico es una preparación o ensayo de la propia muerte.
Uno de los trabajos más profundos del practicante chamánico es el acompañar a aquellos que saben que dejarán pronto esta realidad, asistiéndoles para contactar con una ayuda espiritual del otro lado, para que su transición pueda hacerse de la manera armónica, en amor y compasión.
El practicante chamánico sabe de la importancia de morir en paz ya que él ve claramente lo que pasa cuando no es así. A veces, cuando una persona ha muerto de manera repentina, o si por alguna razón no acepta que ha pasado a otra realidad y no se quiere ir del plano de los vivos, se queda atrapado en un pseudo mundo paralelo a éste. Pero allí no es feliz, ya que su alma no puede avanzar por un camino más adecuado y, a veces, esta “entidad” molesta a los vivos por culpa de su inquietud. En estas circunstancias, el practicante chamánico realiza el trabajo de psicopompo o ascensión de almas, invitando al ser que aun no ha ascendido, de que vaya un lugar más apropiado para su evolución, es decir, a un lugar donde sólo hay amor, tranquilidad, compasión y armonía.
¿Qué pasa en una sesión de Psicopompo?
El practicante chamánico realiza un ‘viaje’ a un plano no ordinario de conciencia para ver si un alma al morir se ha quedado apegada a este mundo. Si es el caso, acompañará al alma a un lugar donde se sentirá más plena. A menudo, supone un gran alivio para los familiares saber que un ser querido ha llegado al lugar al que tenía que ir y que está feliz. A veces, el alma puede envíar un mensaje conciliador de vuelta para ellos, que es transmitido por el practicante.
Características de una sesión
La sanación chamánica es, en muchos casos, una cuestión de repetición. En ella se pide a los espíritus de ayuda que trabajen para erradicar aquello que la persona plantea como tema a sanar.
Cada sesión es única en sí misma, es decir, no hay dos iguales aunque, en algunos casos, se utilicen las mismas técnicas de sanación.
No hay ninguna ingesta sustancias alucinógenas. El practicante chamánico (no el cliente) entra en un estado alterado de conciencia a través del sonido monótono del tambor o la maraca. La persona que recibe curación no tiene que hacer nada durante la sesión, sólo abrirse de corazón para que los espíritus puedan trabajar.
Duración: Depende de cada situación
A quienes puedo realizar Psicopompo (sólo seres fallecidos):
-Familiar directo del consultante
-Mascota, autorizado por quien ha sido su responsable directo
-Bebés nacidos o no (fetos, abortos naturales o inducidos), autorización y solicitud explícita de la madre
*se solicita al paciente (quien desea la sesión), tenga en el momento de la sesión una vela encendida en lugar seguro, debe dejar que la vela se consuma por completo de forma natural.
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